Era la primera cata de iniciación al mundo del vino y la cata que se realizaba en el local. Un evento en el que se convocó a unas 20 personas que tuvieran un único requisito, tener afición por el mundo del vino.
Las expectativas que se habían puesto en la cata eran altas pero sin duda el público respondió por todo lo alto. Una vez más la realidad superó a la imaginación. Pensabamos con mucha ilusión en cubrir todas las plazas y como en un abrir y cerrar de ojos, pudimos colgar el taurino cartel, "no hay billetes".
La idea era proponer algo diferente y que no fuese una réplica calcada de otras catas, sino simplemente diferente. Por ello los vinos no eran para nada, los más buscado en el lugar, sino vinos desconocidos para el público en general pero que no por ser poco conocidos faltos de calidad.
Los caldos que se dieron cita fueron los siguientes:
- Viña Albares. Variedades Chardonnay- Gewurztraminer.
- Pícaro: Variedad Tinta de Toro.
- La makerida: Variedad Bobal.
- Flores de Callejo: Variedad Tempranillo.
- Garnacha olvidada de Aragón. Variedad Garnacha.
- Lopez de Haro crianza: Variedad Tempranillo, Garnacha y Graciano.
- Ondarre reserva: Variedad Tempranillo, Garnacha y Mazuelo.
Sin duda una muy buena selección para que los asistentes a la cata pudieran percibir en una sola sesión, la gran variabilidad de vinos que podemos escoger dentro de la geografía del país.
Los 20 alumnos que asistieron, se llevaron consigo la experiencia de catar por primera vez el vino y descubrir las características propias de cada elaboración, que hacen que dos vinos nunca sean iguales.
En resumen una buena cata con muy buenos vinos y en la mejor compañia, lo que hizo que aquellos que asistieron aprendieran en un ambiente relajado y cercano.
